La Directora de CRL y Logopeda, María Teresa Schüller, explica en la Revista Mía publicada el 9 de diciembre de 2020 las diferencias en las alteraciones del lenguaje de la edad infantil y adulta
¿LOS TRASTORNOS DEL HABLA
SON IGUALES EN NIÑOS QUE EN ADULTOS?
RESPUESTA: El área de conocimiento de la Logopedia incluye el estudio, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de trastornos de la comunicación, el lenguaje oral, del aprendizaje del lenguaje escrito, el habla, la voz y de las funciones orales no verbales (respiración, deglución y masticación) en población infantil y adulta. La Asociación Americana de Habla, Lenguaje y Audición (ASHA) define los trastornos del lenguaje infantil como una alteración en la adquisición, comprensión o expresión normal del lenguaje hablado o escrito. El trastorno puede implicar a todos o algunos de los componentes del sistema lingüístico: fonológico, morfológico, semántico, sintáctico o pragmático.
En la población infantil, las alteraciones del lenguaje y la comunicación con mayor incidencia en esta población (entre 5% y el 10%), se inscriben dentro de los llamados trastornos del neurodesarrollo. Son alteraciones con inicio en la infancia, por lo que el hecho de producirse cuando el cerebro se encuentra en período de organización y desarrollo, les confiere características clínicas diferentes a los trastornos del lenguaje en la población adulta, que se inician en sujetos cuya organización cerebral es distinta a la del niño y su lenguaje ya ha sido adquirido.
Los trastornos del neurodesarrollo se caracterizan por la existencia de un retraso o desviación en la adquisición del lenguaje y se producen por factores causales muy heterogéneos que afectan al normal desarrollo del cerebro, desde causas congénitas a problemas que ocurren durante la gestación (deficiencias nutricionales infecciones maternas), o bien a complicaciones durante el parto. La población infantil puede manifestar diversidad de alteraciones lingüísticas: niños que tardan en empezar a hablar por autismo, disfasia o trastorno específico del lenguaje, que dejan de hablar por el trastorno epiléptico de Landau-KIe- ffner o por un mutismo selectivo, niños que hablan mal por una alteración en la articulación de los sonidos del habla o por disfunciones en la fluidez, como en la tartamudez. Las alteraciones del lenguaje adquiridas en edad adulta pueden afectar igualmente al lenguaje y/o al habla y, de la misma forma, su origen es heterogéneo: un daño neurológico sobrevenido (ictus), enfermedades neurodegenerativas (demencias, ELA o párkinson), entre otras, originan pérdidas
más o menos severas de lenguaje, como ocurre en las afasias, o bien dificultades en la programación o ejecución motora de la musculatura orofacial involucrada en el habla, denominadas disartrias. Las manifestaciones conductuales de estos problemas difieren en muchos aspectos de aquellos que se presentan en la infancia, al igual que ocurre con sus pronósticos y abordajes terapéuticos.
MARÍA TERESA SCHÜLLER. Logopeda y directora del Centro de Rehabilitación del Lenguaje, y miembro de Top Doctors,
Madrid (crl.es).